sábado, 25 de julio de 2009


Un día cualquiera me doy cuenta de que el mundo no es esa casita de muñecas con la que jugaba hace un tiempo, que esos amigos que jamás pensé que me fallarían son los que más me lastiman. Un día cualquiera me doy cuenta de que ese cuento de hadas con el que soñé siempre es tan solo una fantasía, que ese principe en realidad no llega ni a rana. Un día cualquiera recuerdo aquellos tiempos, aquellos años locos; extraño a tantas cosas, que me encantaría sacarlas de mi memoría para poder volver a vivirlas. Un día cualquiera veo ese brillo en mi ángel guardián, ese mismo angelito que de verdad me hace sonreír, me hace vivir

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